Juan de Lanuza ‘el Mozo’ se pasea por el Palacio de Armijo antes de su ejecución
Las visitas teatralizadas han sido uno de los grandes atractivos en la semana en la que El Justicia de Aragón conmemora la ejecución de Juan de Lanuza por defender los fueros aragoneses en 1591
El Palacio de Armijo ha contado con un invitado de excepción, Juan de Lanuza V ‘el Mozo’, que se ha paseado por la sede de El Justicia de Aragón antes de ser ejecutado por defender los fueros aragoneses. Una situación de la que han disfrutado el más de medio centenar de personas que se inscribieron a las visitas teatralizadas que organizó la institución, en colaboración con Gozarte, dentro de los actos para conmemorar el 20 de diciembre.
Los ciudadanos y su guía se han encontrado en la bodega con un Juan de Lanuza inquieto que les ha confesado que la muerte repentina de su padre le había convertido en Justicia con tan solo 27 años, una enorme responsabilidad dada la tensa situación que enfrentaba desde hace décadas a Aragón y al Rey Felipe II.
Juan de Lanuza les ha explicado a los ciudadanos que, en su época, en 1591, el Justicia era la figura más respetada del reino y que su poder e independencia le permitía presidir las Cortes en ausencia del rey e interpretar los fueros de Aragón: “Es mi responsabilidad proteger los fueros, las normas históricas dadas a nuestro territorio, unas leyes antiguas que yo he jurado respetar para defender los derechos e intereses de todos los aragoneses”.
Ochenta días después de ser nombrado Justicia, Juan de Lanuza convocó el ejército amparándose en el derecho civil aragonés, porque el rey había actuado contra las leyes aragonesas. La desigualdad en armas obligó a Lanuza a disolver sus tropas y a refugiarse en Épila. Pasadas las semanas, decidió regresar a Zaragoza para enfrentar su destino con dignidad.
Las visitas teatralizadas han continuado por la biblioteca y el despacho institucional y los ciudadanos se han encontrado ahí a un Juan de Lanuza nueve días antes de ser ajusticiado sin juicio previo por orden del rey, lo que tuvo como desenlace su decapitación: “No soy capaz de comprender el desdén del rey ante unas leyes antiguas, las nuestras, leyes que defenderé con mi vida si es preciso contra todo y contra todos, incluido el rey”.
Las inscripciones para las visitas teatralizadas se agotaron en varios días y han sido la ocasión perfecta para conocer de cerca el episodio histórico más significativo de la historia de la institución, que hoy sigue defendiendo los derechos de todos los aragoneses.