La Justicia de Aragón preguntará a la Administración por las demandas de las familias de acogida
Concepción Gimeno se ha reunido hoy con la Asociación de Familias de Acogida de Aragón (ADAFA)
La Justicia de Aragón, Concepción Gimeno, se ha reunido esta mañana con técnicos y familias integrantes de la Asociación de Familias de Acogida de Aragón, quienes le han trasladado el funcionamiento de la entidad y las principales demandas de las familias que acogen menores tutelados por la Administración.
Concepción Gimeno les ha trasladado su apoyo por la labor “tan generosa” que realizan y ha insistido en que las puertas de la institución están abiertas para atenderles y estudiar sus peticiones. “Sin afecto las personas no son nada y todas las medidas que se puedan adoptar para que los niños crezcan estables no tienen precio”.
En la actualidad, según datos aportados por ADAFA, existen unas 40 familias activas en las tres provincias aragonesas y el año pasado se llevaron a cabo 90 acogimientos urgentes y temporales. La otra figura prevista en la normativa son los acogimientos permanentes, menos frecuentes que los dos anteriores.
El acogimiento permite a los menores que, por las razones que sean no pueden estar con su familia biológica, vivir en un entorno familiar en lugar de en un centro de protección, y crear vínculos de afecto beneficiosos para el desarrollo del menor.
En el ámbito educativo, algunas de las demandas de las familias de acogida son que la Administración facilite la escolarización de estos menores en un centro que permita la conciliación familiar o que se mantengan las becas de comedor y material escolar con independencia de la renta de las familias de acogida, para que puedan mantenerla una vez terminado el acogimiento.
También se muestran partidarios de que la Administración promueva campañas de captación para incrementar el número de familias de acogida y de que se exploren modelos de acogida que ya funcionan en otras comunidades autónomas. Entre estos modelos destacan el acogimiento referencial, que no sustituye a la acogida en centro residencial, pero permite tener una familia de referencia para fines de semana o vacaciones y muchas veces es un paso previo a un acogimiento más estable, o el acogimiento profesionalizado a cargo de personas con formación pedagógica.